LA MEMORIA DE UNA GUERRA
Rafael Emilio Velásquez López
Las
guerras son de los eventos más traumáticos que una persona puede vivir.
Experiencias acumuladas en la memoria con las que día con día se tiene que
aprender a existir. Los sucesos bélicos suelen presentarse en la pantalla
grande en repetidas ocasiones, sean ficticios o conmemoraciones de guerras en
las que la humanidad se ha visto envuelta. Regularmente rememoramos aquellas
que se han dado en occidente, siendo la Segunda Guerra Mundial la que
posiblemente se ha plasmado con mayor recurrencia.
Los
directores Vincent Paronnaud y Marjane Satrapi, han rescatado una historia
diferente, desde un punto de vista poco común y que recuerda que, dentro de la
guerra hay muchos personajes involucrados. La película animada, Persépolis,
estrenada en el año 2007, cuenta la historia de Marjane, una chica iraní quien
vive en una familia con ideas occidentales y que se ve rodeada en el contexto
de la revolución iraní a finales de 1970. La historia cuenta su vida, desde
pequeña hasta adulta y cómo es experimentar un guerra desde dentro y desde
fuera. La cinta está basada en la novela gráfica del mismo nombre.
Alguna
vez te has preguntado ¿Cómo vive un niño la guerra? habrá quienes dirán que tal
vez no es tan consciente de su alrededor y solo vive con miedo y habrá otros
que respondan lo contrario. Sea el caso uno o dos, la guerra dejará huella en
cualquiera. La historia de Marjane nos lleva por el segundo camino, una niña
que está sumergida en todas las ideas y choques de la guerra, sobre todo porque
tiene familiares dentro del conflicto.
Las memorias de la guerra pueden ser distintas. Por una parte, existe el miedo, que recuerda al sonido de las bombas, las balas, los gritos, el sufrimiento. Por otro lado, la valentía, el recuerdo de personas inspiradoras o de familiares que transmiten ideologías, costumbres y creencias. Muchas de ellas las pone en evidencia esta cinta a través de su protagonista, quien además de lidiar con todo anterior, hace un viaje de auto descubrimiento.
Lo más
importante de todos estos recuerdos es la manera en la que vas a lidiar con
ellos. Habrá quienes lleguen a perder la razón, aquellos que así aprenden a
vivir y los que lo vuelvan parte esencial de su vida. Sin embargo, esta
película me deja una pregunta en la que quiero reflexionar ¿Cómo es que una
migrante por guerra logra insertarse en una sociedad que no la ha
experimentado?
Los
recuerdos de la guerra pueden regresar en muchos momentos, un simple sonido
puede detonar emociones en la persona que no muchos puedan comprender. La
historia de Marjane, la mía, la tuya, la de él, son distintas entre sí y cada
uno lidia con sus propios traumas; algunos más complejos que otros, lo más
complicado siempre será expresarlos, habrá quienes incluso carguen con
problemas que ni siquiera son suyos, pero el qué dirán y el cómo reaccionaran
son cuestionamientos que atormentan la mente. Las personas pocas veces
comprenden los significativo de estos hechos y hacen preguntas que pueden
resultar inclusive incomodas.
La
cinta, una vez más nos demuestra que plasmar hechos históricos no solamente se
trata de grandes eventos y personajes; si no de aquellos pequeños protagonistas
que viven y nos hacen reflexionar acerca de lo que muchas veces concebimos como
“normal” en este caso la paz o la libertad.
Comentarios
Publicar un comentario