La representación de los hechos históricos en el cine
Rafael Emilio Velásquez López
El
cine es una de las industrias del entretenimiento más grandes e importantes del
momento. La increíble cantidad de cintas que salen al mes ha puesto a los
estudios en una cons1tante búsqueda de historias para llevar a la pantalla
grande. Adaptaciones de libros, cómics, historias de la vida real y hechos
históricos han llenado estos espacios. En este artículo discutiremos, con el
uso de las cintas: Marie-Antoinette (2006) e Idi i stmotri (Come
and see) (1985) cómo es que se eligen los temas históricos para el cine.
La elección de un hecho o acontecimiento histórico para llevarse a una adaptación cinematográfica es compleja. La discusión parte esencialmente de la interrogante ¿Qué historia quiero contar? Las investigaciones académicas dan una noción de los diversos puntos que un solo hecho puede contar (tragedias, vidas celebres, idealistas, “proceres” de la patria, violencia, sangre, mitología, etc.) Por ello es una decisión compleja. Ahora, con la decisión ya tomada, se genera una nueva discusión, ¿Qué parte de esa historia quiero contar? y ¿desde qué perspectiva se va a presentar? En este punto, se insertan las películas mencionadas anteriormente.
Marie-Antoinette
(2006), protagonizada por Kirsten Dunst, cuenta la vida de la reina más famosa
de Francia. La elección de la directora es centrarse solamente en la
experiencia de este personaje y da una visión al espectador de la vida que se
llevaba dentro del palacio de Versalles. Para mu
chos una historia que abandona
el contexto social francés del siglo XVIII, que hizo estallar la Revolución
francesa; sin embargo, esto permite no sobre explotar de temas a la cinta y
centrarse en lo más esencial, María Antonieta.
El
entretenimiento es la base de cualquier película. La gente suele encontrar al
cine como un escape de su realidad. Momentos para olvidarse de todo lo malo y
reír, llorar o disfrutar de algo ajeno a él. El imaginario común suele interpretar
a las películas históricas como algo “pesado” lo que rápidamente se asocia con
aburrido. Sofia Coppola (directora de María Antonieta) identifica esta
situación e irrumpe con un tono “rosa” y por momentos de comedia, que quizá
rompen con ciertos esquemas de la época representada (música, vestuario,
lenguaje, etc.), pero que permite que la cinta conecte con mayor facilidad con
el espectador.
Ahora
bien, qué sucede cuando una película no pretende vender millones (por supuesto,
con una pequeña intensión de dejar conocimiento histórico a su paso) y lo que
realmente pretende es generar un impacto, dar un mensaje o está destinada
específicamente a un sector de la población. Lo anterior sucede con Idi i
stmotri (Come and see) (1985), la cinta dirigida por Elem Klímov
tiene una misión diferente, que no se trata de que la vea menos gente, sino que
va dirigida a un público que percibe al cine de otra manera, quizá podría
entenderse como “artística”. El cambio de objetivo de la película ayuda al
director a tomar decisiones más arriesgadas y temas más “fuertes”. Idi i
stmotri muestra el lado más crudo de la guerra, no solo explosiones y
disparos al aire, sino el sufrimiento de las personas, la crueldad del ser
humano con su igual.
La
reflexión a la que busco llegar no es necesariamente histórica. El consumo del
cine, como lo menciono anteriormente, se ha vuelto una ruta de escape de la
locura del exterior y quizá provoque que la gente huya de películas con
contenido sensible. Es verdad, que no todas las cintas son para todo público ni
del gusto en general, pero muchas cintas se ven apartadas.
La
elección de qué evento histórico se presenta en el cine proviene de la
interrogante ¿qué tan entretenido lo puedo hacer? El mayor problema es que esto
muchas veces se pelea con qué mensaje se planea dar. Las películas en las que
nos enfocamos podrían presentarse cómo los extremos. La cinta de María
Antonieta resulta ser un cuento rosa sin trasfondo y Come and see es la
manera más cruda de generar un impacto. La cuestión es de qué modo se utiliza a
la historia; este es un debate que podría convertirse en una discusión más
prolongada, pero lo que quiero decir es que la historia en el cine comercial
solo ha sido usada para representar cuestiones heroicas y maravillosas de
nuestro pasado; sin embargo, de vez en cuando es importante afrontar la
realidad vivida o actual, no siempre huir de ella. Por tanto, los hechos
históricos que se eligen, regularmente, son aquellos en los que se puede llegar
a una visión romántica (muchas veces las películas de guerra remiten a acciones
valerosas de héroes anónimos) o de personajes que han marcado la historia. Finalmente,
cabe decir que es importante no romantizar de más hechos que trascurren dentro
de un contexto complejo, quizá tampoco llegar a un extremo de crudes como en Come
and see me, pero cuidar, de cierta manera, que el público pueda acceder a
un contenido histórico más “fiel” y que sea capaz de provocar una reflexión en
el espectador.
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