El espectador y la reconstrucción histórica
Las películas que reconstruyen personajes y periodos históricos pueden interpretarse por medio de dos formas: una, indagando sobre el director y autor del guión; y otra, observando como espectador para establecer relaciones entre el tiempo que vemos y el tiempo que vivimos para observar cómo el tiempo contemporáneo se apropia del pasado, cómo lo erige a su imagen y semejanza; y a través de ello, este recurso aprovecha y funciona para sumergir al espectador en la premisa de la película y así potenciar los efectos que el director busca generar en la audiencia.
Quiero aclarar que el espectador, en el sentido usado en este texto, es una persona que está consumiendo la obra por primera vez sin ningún otro objetivo más que el entretenimiento.
la "oscura atmósfera" del 1600
Al ver una película ambientada en otro tiempo, el espectador tiene la oportunidad de eliminar la presencia del director y la información relacionada a la producción para únicamente considerar el filme como un medio que únicamente sabemos que está construído desde la contemporaneidad.
Con la película Marie Antoinette (2006) la música, la estética, la ambientación, el diseño de escenografía y la fotografía nos permite, aún actualmente, considerarla una película fresca que sabemos que pese a abordar un tiempo en el siglo XVIII, no busca ser del todo precisa con la reconstrucción seria de Francia y la vida dentro del Palacio de Versalles.
El uso del rock y shoegaze contemporáneo dota a Maria Antonieta de la imagen y semejanza de una joven de mediados de los 2000. Al verla nos puede parecer más una forma divertida de contar un acontecimiento, un pedazo de la vida de la reina Maria Antonieta donde se extrae al personaje del estado congelado de su tiempo y lo revive en el contemporáneo por medio de la precisión imprecisa del diseño anacrónico del siglo XVIII. Si nos proponemos a ahondar sobre cómo fue producido el filme y nos sumergimos en entrevistas y la construcción que se hizo del guión, las direcciones de Coppola pierden gran parte de la diversión, así como el complejo trabajo que implica, como espectador, ver una película que reconstruye con una intención detrás. En cambio, quedarse a solas con la película permite aprender que la creatividad atrapa al pasado y lo crea, lo saca de la inexistencia para construir una pieza artística. De esta forma, el espectador puede disfrutar del deleite visual y sonoro que buscaba Sofía Coppola evocar en su audiencia. No abrumar con la precisión y rigidez del uso del francés del siglo XVIII, o del excesivo uso de la música clásica. Que el espectador se apropie del personaje y del tiempo para su uso pero para responder al mismo tiempo, a la intención de la dirección.
los converse en el armario de Maria Antonieta
Por otro lado, en La Bruja (2015) de Robert Eggers, el miedo y la perturbación que generan en el espectador puede deberse, en gran parte, a la seriedad con que el director se tomó la reconstrucción espacial y atmosférica de su obra. Sin leer entrevistas ni indagar sobre los puritanos de Nueva Inglaterra en el 1600 la película deja en claro que lo que estás por ver pudo ser posible. Aunque no tenga ningún aire del tiempo contemporáneo, al no identificar nada actual, nos sumerge en otra realidad que fue y pudo ser, de ahí lo terrorífico. Terror-suspenso-historia. Este conjunto de géneros en el cine, ¿dará miedo y causará incomodidad porque olvidamos a veces que la historia es una reconstrucción propia de una persona de un tiempo distinto? ¿Provoca terror porque nos parece un entorno realista, en otro punto del tiempo, pero fiel a esa realidad después de todo? El detalle puede engañar al espectador para hacer que no desperdicie energía en cuestionar la ambientación. Por ejemplo, el vestido de las mujeres puede tener detalles anacrónicos, pero si en su conjunto todo aparenta “historia” entonces no vale la pena desviarse y se asume a simple vista, te sumerge.
Estas opiniones surgen a partir de lo que yo, en posición de espectador que consume cine ambientado en la “historia”, puedo pensar cuando veo este tipo de películas. Donde la reconstrucción y ambientación histórica no es sólo un lienzo donde se coloca una premisa, sino un recurso que ayuda a disfrutar o sufrir, apreciar o desestimar, una obra. De esta forma, las preguntas que nos podemos hacer para encontrar las múltiples intenciones y posibilidades que tiene la reconstrucción histórica en el espectador tiene por objetivo invitar a una discusión al respecto, sobre la sutileza o no, con que la obra de arte que construye y revive un tiempo en la historia.
Daniela Reyes
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